Un blog arcano, durmiente, en espera de ser descubierto.

6/02/2004

Ayer te ví. Te observé, tú sin embargo no me veías. Pude contemplarte en la desnudez más íntima, aquella misma cuyo sentimiento oculto radica en su cualidad desconocida. Pude verte cuando no estás conmigo, sin los límtes de mi presencia. Te miré desnuda, sin las ropa ni las ataduras de mi presencia; en segundos tu risa adquirió nuevos significados, tus gestos, tus ademanes tortuosos de pronto brillaron bajo un nuevo sol. Por un lacónico instante, por un efímero segundo me sentí voyeur: observándote entre las sombras del anonimato ví tu realidad escondida. Un grano de arena cayó en el reloj de mis horas y me acerqué a saludarte, para poder besar tus labios desconocidos.