11 de Septiembre

Dos grandes fantasmas pesan sobre la cabeza del continente americano el día de hoy, ambos tienen su faz manchada de sangre y violencia. Ambos siguen causando escalofríos, siguen en los corazones de miles de personas a lo largo de América.

El primero y más reciente es el eco de la confusión causada por el derrumbe de las Torres Gemelas del WTC en Nueva York y el atentado en el Pentágono. 2001, no el año de la Odisea del Espacio, sin aquel en el cual la principal potencia económica mundial cayó de rodillas, presa del pánico y el dolor. Ese día el mundo aprendió que nadie es invulnerable, los avionazos del World Trade Center destrozaron el orgullo estadounidense, y afectaron a la economía global. El mundo estuvo, por unos instantes, bajo el yugo del terror.

El segundo, en 1973, lleva aún el nombre de un espectro vivo: Augusto Pinochet. Este día inició una era de autoritarismo, la cual aún pesa sobre muchas (demasiadas) familias chilenas, quienes vieron a sus seres queridos desaparecer, ser mutilados o ejecutados bajo la rueda de una tiranía cruel y brutal.

El día de hoy el dolor está en el aire. Tomen la forma de una ceremonia en la zona cero o de un grito silencioso en la plaza principal de Santiago de Chile. ¿Hasta cuando seguirá la humanidad destruyéndose a sí misma?